Era una princesa de larga cabellera negra y hermosos ojos café. Lamentablemente, no era feliz, porque según las leyes de su pueblo se acercaba la edad en que debía casarse, pero ella no deseaba unirse a un hombre si no estaba enamorada. Eso la llevó a huir del palacio y fue así como conoció a Aladdín, el amor de su vida. Esta hermosa pareja vivirá un sin número de aventuras que la llevará a luchar contra los siniestros deseos de Yafar, el malvado consejero del Sultán.
Cuando Jasmín huyó de su palacio, ella veía de otra forma ya que nunca salió de los muros de aquel lugar, todo le parecía raro y amenazador. Jasmín ni siquiera sabía que la gente común y corriente tenía que pagar por las cosas, los supo cuando tomó una manzana de un puesto de frutas y se la dio a un niño hambriento. Aladdín apareció a tiempo para rescatarla del furioso vendedor. Jasmín agradeció mucho a Aladdín por haberla salvado, pero en aquel momento llegaron los guardias del palacio, seguidos por el vendedor de frutas, para detener a los jovenes ladrones. Fue entonces cuando la princesa se dió a conocer y los guardias la liberaron, pidiéndole disculpas por haberla confundido. Yafar, había ordenado atrapar a Aladdín.
Este horrible brujo deseaba únicamente quedarse con el reino y ocuapar el lugar del Sultán. Pese a sus intentos, Jasmín no logró sacar a Aladdín de de la prisión. Yafar tenía un plan muy bien armado y no hacía caso a las ordenes de la princesa.
Yafar, disfrazado como un viejo prisionero lo ayudo a escapary encontrar grandes riquzas. Fuera de prisión, Aladdín fue llevado por el anciano hacia el desierto, y al llegar a una enorme caverna le exigió que buscara una lámpara y se la trajera. .Dentro de una cueva, Aladdín encontro una simpática alfombra mágica que lo condujo hasta la lámpara, pero en aquel instante la cueva se cerró y Aladdín quedó atrapado en ella.
Fue entonces cuando, quitándole el polvo, la lámpara comenzó a brillar y de ella salió un enorme Genio, quien se puso al servicio de Aladdín. De inmediato pensó el la princesa Jasmín "¡Quiero ser un príncipe!", declaró "para poder pedir la mano de la princesa". Esa noche, el apuesto príncipe llevó a su amada a pasear en la alfombra mágica. Jasmín se enamoró perdidamente de él, pero al regresar al palacio, el Sultán, que estaba bajo los poderes de Yafar, le órdeno casarse con el malvado brujo.
Afortunadamente, Aladdín rompió el hechizo y Yafar huyo rápidamente..., llevandose la lámpara magica, que luego su fiel loro, había logrado robar. "¡Ahora soy tu amo!", gritó el hechicero cuando apareció el Genio. "¡Conviérteme en un majestuoso Súltan, en un poderoso hechicero, y entierra a ese tonto ladrón en el desierto, lejos de la princesa!"
No pasó mucho tiempo cuando Yafar se apoderó del palacio, obligando a Jasmín a servirlo en todo. Pero Aladdín no se quedó tranquilo y, regresando al palacio, enfrentó al brujo. Fue tanta la ambición de Yafar que pidió como último deseo ser un Genio, sin darse cuenta de que poco a poco desaparecería dentro de otra lámpara que sostenía Aladdín.
Cuando Jasmín huyó de su palacio, ella veía de otra forma ya que nunca salió de los muros de aquel lugar, todo le parecía raro y amenazador. Jasmín ni siquiera sabía que la gente común y corriente tenía que pagar por las cosas, los supo cuando tomó una manzana de un puesto de frutas y se la dio a un niño hambriento. Aladdín apareció a tiempo para rescatarla del furioso vendedor. Jasmín agradeció mucho a Aladdín por haberla salvado, pero en aquel momento llegaron los guardias del palacio, seguidos por el vendedor de frutas, para detener a los jovenes ladrones. Fue entonces cuando la princesa se dió a conocer y los guardias la liberaron, pidiéndole disculpas por haberla confundido. Yafar, había ordenado atrapar a Aladdín.
Este horrible brujo deseaba únicamente quedarse con el reino y ocuapar el lugar del Sultán. Pese a sus intentos, Jasmín no logró sacar a Aladdín de de la prisión. Yafar tenía un plan muy bien armado y no hacía caso a las ordenes de la princesa.
Yafar, disfrazado como un viejo prisionero lo ayudo a escapary encontrar grandes riquzas. Fuera de prisión, Aladdín fue llevado por el anciano hacia el desierto, y al llegar a una enorme caverna le exigió que buscara una lámpara y se la trajera. .Dentro de una cueva, Aladdín encontro una simpática alfombra mágica que lo condujo hasta la lámpara, pero en aquel instante la cueva se cerró y Aladdín quedó atrapado en ella.
Fue entonces cuando, quitándole el polvo, la lámpara comenzó a brillar y de ella salió un enorme Genio, quien se puso al servicio de Aladdín. De inmediato pensó el la princesa Jasmín "¡Quiero ser un príncipe!", declaró "para poder pedir la mano de la princesa". Esa noche, el apuesto príncipe llevó a su amada a pasear en la alfombra mágica. Jasmín se enamoró perdidamente de él, pero al regresar al palacio, el Sultán, que estaba bajo los poderes de Yafar, le órdeno casarse con el malvado brujo.
Afortunadamente, Aladdín rompió el hechizo y Yafar huyo rápidamente..., llevandose la lámpara magica, que luego su fiel loro, había logrado robar. "¡Ahora soy tu amo!", gritó el hechicero cuando apareció el Genio. "¡Conviérteme en un majestuoso Súltan, en un poderoso hechicero, y entierra a ese tonto ladrón en el desierto, lejos de la princesa!"
No pasó mucho tiempo cuando Yafar se apoderó del palacio, obligando a Jasmín a servirlo en todo. Pero Aladdín no se quedó tranquilo y, regresando al palacio, enfrentó al brujo. Fue tanta la ambición de Yafar que pidió como último deseo ser un Genio, sin darse cuenta de que poco a poco desaparecería dentro de otra lámpara que sostenía Aladdín.
Aladdín pidió su último deseo y liberó para siempre a su amigo el Genio. Y así con Yafar prisionero de la lámpara, la princesa Jasmín pudo escoger a su príncipe por esposo.
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